POR QUÉ SON TAN PERJUDICIALES
¿Te servirías ocho cucharaditas de azúcar blanco de una
tirada? No, ¿verdad? Sin embargo, eso es exactamente lo que haces cada vez que
te tomas un refresco, ya que una lata de estas bebidas gaseosas contiene
aproximadamente 36 gramos de azúcar. Si tenemos en cuenta que la Asociación Americana del
Corazón recomienda tomar al día no más de seis cucharaditas de azúcar
añadido para las mujeres y nueve para los hombres, es lógico que esté en la
lista negra de todos los médicos.
El azúcar está relacionado con los síntomas del
intestino permeable: permite que las substancias pasen del intestino al
torrente sanguíneo cosa que puede provocar problemas de obesidad y otras
enfermedades metabólicas.
Cuanto más se investiga sobre el microbioma, más
sabemos sobre el efecto negativo que tiene el azúcar sobre este, ya que este dulce alimenta las levaduras
y las bacterias malas en el intestino. Una cantidad elevada de azúcar
añadido, como la que tienen la mayoría de bebidas carbonatadas, puede aumentar
el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad e incluso ciertos tipos de
cáncer.
Los refrescos son también una pesadilla para los dentistas,
no solo por la increíble cantidad de azúcar que contienen, sino por su alto
contenido de ácidos. El ácido de estas bebidas (¡y por supuesto los ácidos que
crean las bacterias que adoran alimentarse de todo ese azúcar!) erosiona el
esmalte de los dientes y aumenta el riesgo de acumulación de placas y caries.
Por si eso fuera poco, estudios recientes señalan que
las personas que beben con regularidad estos refrescos con gas suelen tener una
peor memoria que quienes consumen menos azúcar. Se ha demostrado también que
los consumidores de refrescos tienen un hipocampo (la parte del cerebro
relacionada con el aprendizaje y la retención de información) y un cerebro más
pequeños.
LAS VERSIONES LIGHT SON TAN MALAS COMO LAS
NORMALES
Dado que la mayoría de los problemas que causan las bebidas
gaseosas se deben al alto contenido de azúcar, seguramente pienses que las
versiones light son una opción más saludable.
No obstante, la
realidad es que resultan tan perjudiciales como las normales.
¿Por qué? El aspartamo es un edulcorante artificial que se usa muy
a menudo en las bebidas light, al ser consumido se divide en tres
compuestos químicos: fenilalanina, ácido aspártico y metanol.
Los dos primeros
son aminoácidos que una vez en el organismo pasan directamente al torrente
sanguíneo, por lo que pueden afectar a lo procesos neuronales.
El metanol, en
cambio, es aún más insidioso: se convierte en formaldehído, una sustancia
cancerígena que puede pasar la barrera hematoencefálica (es decir, la barrera
que protege el cerebro).
El cuerpo de la mayoría de los animales tiene la
capacidad de procesar el formaldehído en una sustancia inofensiva, pero el
nuestro carece de la enzima necesaria para realizar tal cambio. Evidentemente,
debido al modo en que nuestro organismo procesa el aspartamo, resulta bastante
nocivo para nuestra salud. De hecho, este edulcorante se ha relacionado a
menudo con una gran variedad de cánceres, como el cáncer de hígado, de pulmón y
de pecho o incluso los tumores cerebrales.
A quienes recurren a los refrescos light para
reducir el riesgo de diabetes tipo 2 quizás les sorprenda leer que las llamadas
gaseosas dietéticas tienen de hecho el efecto contrario, ya que inducen o
empeoran este tipo de diabetes e incluso aumentan el riesgo de sufrir
enfermedades cardíacas.
Por otro lado, cabe mencionar como curiosidad que en general
los edulcorantes artificiales suelen tener un sabor más intenso que el azúcar
normal, lo que entorpece a las papilas gustativas y hace que sea más difícil
disfrutar del dulzor natural de los alimentos como la fruta. ¿El resultado? El cuerpo tiene antojos de azúcar refinado.
Asimismo puede suceder que nuestro cuerpo trate los edulcorantes igual que el
azúcar, cosa que conlleva a un aumento de peso y otros problemas de salud.
Es cierto que decantarse por los refrescos light o
dietéticos para hacer un cóctel puede ahorrarnos varias calorías, pero es una
mala alternativa si tenemos en cuenta otros factores: se cree que los
edulcorantes artificiales se absorben más rápido en la sangre que el propio
azúcar, así que puede que tus niveles de tolerancia al alcohol se vean
afectados si consumes refrescos ligeros con tu cóctel.
Cabe señalar también que, al igual que el resto de bebidas
carbonatadas, las versiones light carecen de valor nutricional. Tu cuerpo
no necesita nada de lo que tienen estos refrescos: cuando bebes una de estas
latas, sacrificas tu salud.
ALTERNATIVAS SALUDABLES A LOS REFRESCOS
Mi bebida preferida es sin duda alguna… ¡el agua! Pero si la
idea te aburre o no te parece atractiva, hay muchas más opciones saludables:
La kombucha es una de las alternativas que más nos
gusta en casa. Esta bebida fermentada está llena de probióticos que son las
bacterias buenas del intestino: se encargan de espantar a las bacterias malas
que son las responsables de las infecciones, el intestino permeable y la inmunodeficiencia,
entre otros problemas.
Además, los probióticos ayudan a mantener el hígado
limpio y sano. ¿Otra buena noticia? Ayudan a reducir la inflamación
crónica, que es una de las causas principales de muchas enfermedades.
El té verde matcha también es una buenísima alternativa a
las bebidas carbonatadas, sobre todo si eres de los que se bebe una lata para
tener un chute de energía.
Tiene suficiente cafeína como para darte el empujón
de energía que necesitas (¡unas 6-8 horas!) y evitar esas subidas y bajadas de
cafeína que producen los refrescos. Por otro lado, ayuda a tener un sistema
inmunológico sano.
Otra alternativa interesante a los refrescos con azúcar es
añadirle algo de limón o cualquier otra pieza de fruta al agua con gas para
sentir ese punto efervescente sin meterle al cuerpo tanto ingrediente nocivo.
¡Mímate y prueba estas deliciosas alternativas saludables!
Quizás al principio eches de menos el sabor tan azucarado de las bebidas
enlatadas, pero estoy seguro que con el tiempo te acostumbrarás a los
refrescantes naturales y no volverás a querer tomar ninguna bebida nociva.
Recuerda... "La salud no lo es todo, pero sin ella todo lo demás es nada"
Via: runtastic